Artículo de Opinión de Adriana Valverde, portavoz del Grupo Municipal PSOE en el Ayuntamiento de Almería
Los vecinos y vecinas de la ciudad de Almería pagaremos el porcentaje más alto de plusvalías, no por caprichos del azar, sino porque el alcalde y su equipo de gobierno del PP han decidido aplicar un 30% este tipo de gravamen. De esta manera nuestro Ayuntamiento se adapta a la reforma del impuesto de plusvalía que llevó a cabo el Gobierno de España para hacerlo más justo de cara a los contribuyentes, dado que no grava las ventas que no producen ganancias.
El Real Decreto del Gobierno prevé que los ayuntamientos tengan competencias para rebajar el valor catastral o los coeficientes que se aplican. Por eso, frente a ciudades como, por ejemplo, Málaga, también gobernada por el PP, donde las plusvalías han subido ligeramente, los almerienses debemos soportar que nuestro Ayuntamiento aplique una de las mayores subidas.
Así lo pusimos de manifiesto en el pasado pleno municipal, en línea, por cierto, con lo expresado por promotores inmobiliarios de la ciudad, agrupados en ASEMPAL, quienes, además, señalan el hecho de que se produzca en un contexto de incertidumbre económica, con una inflación muy elevada, que contribuirá a que los almerienses tengan más dificultades.
Desde el PSOE nos preguntamos cómo es posible que el Partido Popular se lamente de ese escaso descenso de ingresos cuando el año pasado al alcalde acabó el ejercicio presupuestario con 31 millones de euros sin gastar"
Era preceptivo aprobar la adaptación de nuestra normativa local a la reforma legal del impuesto llevada a cabo por el Gobierno de España, después de la anulación del mismo por el Tribunal Constitucional. Así se hizo. La justificación por parte del concejal de Hacienda no pudo ser más elocuente: se sube al máximo porque el Ayuntamiento ha perdido 1,5 millones a cuenta de la plusvalía. Desde el PSOE nos preguntamos ¿cómo es posible que el Partido Popular se lamente de ese escaso descenso de ingresos, cuando el año pasado el alcalde acabó el ejercicio presupuestario con 31 millones de euros sin gastar, por no saber en qué emplearlos? ¿Para qué quieren que paguemos más impuestos, si no los saben invertir o no tienen capacidad de gestión para hacerlo?
Aún resuena en nuestros oídos aquella máxima del alcalde apelando a que “el dinero, donde mejor está es en el bolsillo de los almerienses”. La realidad es que los mandatarios del PP se erigen en adalides de la bajada de impuestos, pero cuando tienen la oportunidad de llevarlo a cabo, como en el caso que nos ocupa de la plusvalía, hacen todo lo contrario y meten la mano en el bolsillo de la ciudadanía sin importarles aquellos preceptos del liberalismo que tanto pregonan.
En el caso de la plusvalía en Almería, la situación ha sido aún más sangrante, ya que nuestro alcalde decidió seguir cobrando dicho impuesto, a pesar de que en 2017 ya estábamos avisados por una primera sentencia del Tribunal Constitucional de los cambios que iban a producirse.
En una ciudad que se desangra por sus barrios, donde la suciedad campa a sus anchas, donde la movilidad es misión imposible, donde los edificios se caen por falta de una política de rehabilitación eficaz, donde no existen suficientes zonas de sombra y los jardines y arboles están tan abandonados que han llegado a ocasionar graves problemas de seguridad, nos encontramos con un Ayuntamiento en manos de concejales que no saben cómo sacar el máximo partido a los fondos que reciben y con un alcalde que está más pendiente de echarse la foto aquí, en Sevilla, en Madrid o en Bruselas, en lugar de centrarse en lo que se espera que haga: una gestión eficaz del dinero de todos los almerienses.