Algunas de las viviendas que podrían ser demolidas en el nuevo proyecto de reforma del entorno de la Alcazaba que se plantea el Ayuntamiento de Almería
El entorno de la Alcazaba quiere nuevas casas y no dinero
El Ayuntamiento de Almería tiene un ambicioso plan para renovar el entorno del monumento más carismático y atractivo de la ciudad, la Alcazaba. El proyecto ya se inició con el derribo de las viviendas ubicadas en el flanco derecho de la calle Almanzor, pero no concluye ahí. Las actuaciones también comprenden la demolición de otras casas, que tienen inquilinos que las habitan. LaTribunadeAlmería ha conversado con algunos de estos vecinos, que contemplan con cierta intranquilidad el desarrollo de las intervenciones y que son rotundos en sus preferencias. Quieren nuevas viviendas que sustituyan a las que van a desaparecer y no compensación económica.
Quieren nuevas viviendas que sustituyan a las que van a desaparecer y no compensación económica
Programa conocido. El proyecto no es nuevo para estos vecinos, puesto que ya estuvo incluido en programas electorales anteriores e, incluso, pregonados por miembros de equipos de gobierno anteriores. En aquellas ocasiones se produjeron algunos contactos con diversos habitantes de las viviendas incluidas en el plan de demolición, pero no hubo acuerdo. Estos movimientos pueden ser una de las causas por las que, en esta ocasión, los inquilinos prefieran otra vivienda que sustituya a la que va a ser destruida y no una compensación monetaria.
El proyecto es antiguo y ya en el año 2000 se apuntaban movimientos con respecto a un ambicioso proyecto en la zona
Los vecinos comentan que desean continuar viviendo en la zona, en la que algunos de ellos están desarrollando toda su vida, por lo que no les importaría que les ofrecieran unas casas de forma temporal en cualquier otro lugar y que, después, les entreguen las llaves de alguna de las que se construyan en el que es ‘su’ barrio.
Sin ofertas. No obstante, estos mismos ciudadanos afirman que aún no han recibido oferta alguna procedente del Consistorio, por lo que no han podido iniciarse todavía las negociaciones. Su postura es clara y sólida pero habrá que esperar cuál es el planteamiento de los responsables municipales, que pueden no querer ningún tipo de cargas futuras sobre las nuevas edificaciones y entregar en propiedad otras casas en otros lugares o, incluso, optar únicamente por el pago de cantidades, sin permutas.
El Ayuntamiento debe mover pieza. Es pronto para poder confirmar ningún tipo de alternativa, ya que ahora es el Consistorio el que debe realizar el siguiente movimiento y dirigirse a los vecinos. El proyecto global es muy ambicioso y puede tener un presupuesto de alrededor de nueve millones de euros aunque en el citado montante estarían incluidas otras zonas, como la que rodea el Sagrado Corazón de Jesús, en San Cristóbal, que también va a recibir actuaciones de notables dimensiones.
En el año 2000, bajo el mandato del socialista Santiago Martínez Cabrejas, el concejal de Urbanismo, de Izquierda Unida, Diego Cervantes, ya manifestó su intención de realizar profundas actuaciones en la zona. La intervención podía acabar con la demolición del edificio de tres plantas situado frente a la calle de la Reina y todos los que hay tras él. El planteamiento podría haber encontrado un obstáculo en la Junta de Andalucía, si la administración autonómica defendía la posibilidad de que algunas de las viviendas que tenían que ser destruidas eran Bienes de Interés Cultural o contaban con algún tipo de protección, tema que estaba siendo estudiado por Cervantes y su equipo.
En otras legislaturas se realizaron algunas ofertas a los vecinos pero sin cerrar acuerdos
Más tarde, se especulaba con el derribo de otras viviendas, situadas en el otro flanco de la calle Hércules, y de la posible opción de que desaparecieran las que se hallaban por encima de la calle La Música hasta la de La Dicha. No obstante, habrá que esperar a que se concrete el plan preciso del Ayuntamiento antes de conocer cuáles serán los posibles movimientos que se desarrollen y contemplar si la Junta expone que alguna de las viviendas está protegida, faceta que probablemente estén ya estudiando los técnicos municipales.
En estos momentos la actuación está en su segunda fase, en el estudio arqueológico de la zona derribada, ya que bajo las viviendas demolidas se hallaba una antigua muralla y restos de importancia histórica. Cuando culmine este proceso llegará el momento de conocer los siguientes pasos del Ayuntamiento en una zona que va a incrementar notablemente su valor después de todas las acciones programadas.