El poblado de Los Millares es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes de la Europa de la Edad del Cobre, y da nombre a la Cultura de Los Millares, que se extendió por Andalucía, llegando hasta Murcia y el sur de Portugal.
Estos trabajos arqueológicos están aportando nuevos datos sobre los ritos funerarios de las comunidades andalusíes
Los trabajos arqueológicos que desde comienzos de mayo se están realizando en el yacimiento de Macael Viejo están aportando nuevos datos sobre los ritos funerarios de las comunidades rurales andalusíes. Durante esta quinta compaña las excavaciones se centraron en un área de la necrópolis bajo medieval, que se estima tiene una extensión aproximada de 2 hectáreas, donde la propia orografía del enclave y la explotación agrícola posterior a su abandono la habrían preservado en excelentes condiciones.
Hasta la fecha se han localizado y documentado una treintena de enterramientos, algunos excavados en el propio terreno y otros en el afloramiento rocoso, con una cubrición a base de lajas de esquistos y pizarras dispuestas de forma inclinada sobre el cuerpo. Este tipo de inhumación ya había sido documentado en años anteriores y nos demuestra que la población de Macael Viejo poseía unas prácticas funerarias bien definidas y homogéneas. Prueba de ello es la ordenada dispersión que guardan, manteniendo un espacio casi regular entre ellos, con una orientación sureste noroeste con el rostro del difunto hacia el este según el rito islámico.
Guardan una ordenada dispersión, manteniendo un espacio casi regular entre ellos, con una orientación suroeste norte con el rostro del difunto hacia el este según el rito islámico
La pauta la rompe el conjunto de tres enterramientos de personas adultas cuya separación entre ellas está construida a base de mampuestos y guardan una disposición y orientación más homogénea entre ellas que con el resto. Aunque no han sido realizadas al mismo tiempo, ya que se observa como cada una altera a la anterior, si forman una clara relación entre ellas. Estas características podrían indicarnos que los individuos poseen una posible relación familiar entre ellos.
Otro punto fuerte de este año ha sido la documentación in situ de varias estelas de esquisto y pizarra que marcaban la posición del enterramiento y eran su elemento más visible. Debido a ello estas piezas habían desaparecido bien por el paso del tiempo o por el vandalismo del yacimiento, apareciendo muchas de ellas dispersas por el entorno o fragmentadas sobre las inhumaciones. Salvo en algunos casos que se habían conservado fragmentos parciales de estas en su posición original, no se habían documentado tantas y tan variadas en un mismo espacio y sin alteración. Esto nos ha permitido identificar varios tipos de enterramientos por su posición en la cabecera de las sepulturas, a sus pies o en ambas posiciones.
Su conservación ha sido posible gracias a la acción protectora de una terraza de cultivo montada sobre la necrópolis poco después del abandono del yacimiento y que selló esta en un momento en el que aún era visible.
Su conservación ha sido posible gracias a la acción protectora de una terraza de cultivo montada sobre la necrópolis poco después del abandono del yacimiento y que selló está en un momento en el que aún era visible. Esta circunstancia ha dado otra de las grandes sorpresas de la campaña, la documentación de inhumaciones cuyos rellenos son a base de nódulos de cal. La cal se trata de un material con gran valor económico por su utilidad y producción por lo que su empleo en estos casos establece un elemento diferenciador con el resto de enterramientos que podría deberse a motivos sociales o sanitarios.
Con los resultados obtenidos en esta campaña, unidos a los obtenidos en las intervenciones llevadas a cabo en los años anteriores también en la necrópolis, se cuenta con un gran nivel de información que permitirá conocer detalladamente a la población de Macael Viejo durante la Baja Edad Media.